Y tan desconocido, como que no aparece ni en el diccionario.
El gapo, diríamos que es sinónimo garrulo de escupitajo, y por lo tanto, miembro bastardo de la familia de los esputo, salivazo, gargajo, gallo, pollo y flema de toda la vida.
¿Y a qué viene todo esto? Os preguntaréis, asombrados, y con vuestro cerebro dando arcadas.
La respuesta es muy simple.
Tan simple, como el vecino garrulo que ¿vive? sobre mi techo, y que tiene la elevada afición de soltar un gapo, desde su terraza en dirección a la calle, tras dejar escapar de sus fauces el consabido "¡grooooaaaafrp!" que limpia precariamente su sucio gaznate.
Miles de científicos buscando el eslabón perdido de la humanidad, y ahora resulta que tiene su guarida un piso más arriba que yo.
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